Los rayos de arena

Las fulguritas o “rayos petrificados”, son huellas cristalinas que se quedan en la arena o en las rocas expuestas. Tan frágiles como hermosas, las fulguritas son lo más parecido a coger un rayo en la mano. Pocos fenómenos naturales son tan poderosos y efímeros como los rayos. La palabra
fulgurita deriva de “fulgur”, que significa rayo en latín, y se producen cuando el rayo golpea el suelo. De promedio, un rayo tiene un gigajulio de energía – suficiente poder para alimentar una casa durante una semana, o 300 kilowatios-hora.La forma, que recibe el nombre de fulgurita, es un tubo de vidrio hueco.
El calor intenso de la caída del rayo (superior a los 1800 ºC) funde la sílice de la arena y hace que los granos se fusionen. El fenómeno puede alcanzar una profundidad de hasta 15 metros, pero su anchura es mucho más limitada.
Todo el proceso ocurre en menos de un segundo; creando una escultura parecida a un gusano retorcido, como la de la imagen, u otras más ramificadas.
Las fulguritas son abundantes en los desiertos y otras  zonas con dunas. El lugar del mundo donde son más frecuentes es en el desierto del Sáhara.
Su color puede ser muy variable dependiendo de la composición de la arena. Existen verdes, negras, translúcidas o del color del bronce.
El fenómeno es poco frecuente y extraerlas es difícil por la fragilidad del material. El ejemplar mejor conservado se encuentra en la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia y fue descubierto en 1940.
Las fulguritas se pueden crear también cuando se rompe una línea de alta tensión y hay arena debajo.
Estas formaciones tienen un gran valor científico porque permiten determinar la intensidad y distribución de un rayo con gran precisión.

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