Robos que hicieron historia son los que presentó la revista estadounidense Red-True en su reciente publicación, los cuales se quedarán en la memoria colectiva, sin ocultar en el fondo una cierta fascinación por la planificación que se requirió pero a la vez un cierto temor por el hecho de que no todo es impenetrable:

1.- Museo de Boston, en Estados Unidos: Era 18 de marzo de 1990, un día normal en el que nadie sospecharía que ocurriría un robo por más de 210 millones de euros (300 millones de dólares), objetivos; invaluables 13 obras de arte, incluyendo el cuadro de Vermeer (Concierto) y tres obras de Rembrandt (un autorretrato grabado y dos pinturas, incluyendo su única marina Tempestad en el mar de Galilea) junto con otra de Manet, cinco dibujos de Degas, un cuadro de Govert Flinck, un objeto francés y otro chino. La obra “El concierto” fue una de las pérdidas más devastadoras que sufrió el Museo Stewart Gardner de Boston. Modus operandi; los ladrones visitan en la madrugada el museo, se cometió aprovechando la inexperiencia de dos guardias de seguridad que hacía poco tiempo habían ingresado a trabajar en el museo, a los cuales convencieron que habían recibido una llamada de emergencia proveniente del establecimiento. Los hombres iban vestidos como oficiales de policía. Contrariamente a la política del museo, los 2 guardias dejaron que los "agentes" ingresaran en el local, donde rápidamente fueron esposados por los atracadores en el sótano del museo. Fueron reducidos por los delincuentes a través de la fuerza física, ya que en realidad los ladrones no llevaban armas visibles de ningún tipo consigo. Por el lapso de una hora y media, los criminales se dedicaron con suma tranquilidad a despojar las obras. Se considera el mayor robo de obras de arte en la historia de los Estados Unidos y permanece sin resolver. El museo aún muestra los marcos vacíos de estas pinturas en sus ubicaciones originales debido a estrictas prohibiciones en el testamento de Gardner, que dejó ordenado que la colección debía mantenerse sin cambios. A finales de 2005, el museo contrató un nuevo director de seguridad para proteger la institución. Anthony Amore, antiguo oficial de Homeland Security que ayudó a reestructurar la seguridad en el Aeropuerto Logan después de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, inmediatamente involucró a MAC Systems y General Electric para llevar a cabo una mejora grande y comprensiva del sistema de control de acceso a las instalaciones. Se han llevado a cabo otras mejoras para asegurar que los acontecimientos del 18 de marzo de 1990 no vuelvan a repetirse.

2.- Centro de Diamantes de Amberes: 100 millones de euros en el año 2003. Considerado el centro diamantífero del mundo, fue lugar donde se dieron cita una banda italiana, lo consideraron como el robo perfecto pues hubieron de superar diez niveles de altísima seguridad, patrullaje las 24 horas, grandes barricadas y cámaras múltiples, y aún así consiguieron robar los diamantes sin hacer saltar ni una alarma y sin haber dejado una huella. Se pensaba que la bóveda era impenetrable. Sus 10 niveles de seguridad incluían detectores de calor, radar, zona magnética, censor sísmico y una cerradura con clave de más de 100 millones de combinaciones. Modus operandi; una banda lideradas por Leonardo Notarbartolo, un ladrón que contaba con 30 años de experiencia en el ramo, establecieron un plan que requirió varios años de preparación. Tres años antes de llevar a cabo el robo, la banda alquiló una oficina cercana al lugar donde se cometería el delito, y a la cual diariamente concurría Notarbartolo, quien se hacía pasar por un comerciante de diamantes llegado de Italia. La excelente teatralización que Notarbartolo llevó a cabo durante esos años, hizo posible que se ganará la confianza de los vecinos, y nadie sospechaba lo que realmente se estaba tramando. La banda logró burlar todo el sistema e ingresar en la bóveda en la que hallaron 189 cajas, de las cuales sólo pudieron transportar el contenido de 123, ya que el botín era tan importante en tamaño que los ladrones no alcanzaron a llevarse todo. Hasta el momento los investigadores policiales no han podido esclarecer la cantidad de implicados que cometieron el delito, como así tampoco el método ejecutado por la banda, el botín nunca fue encontrado, pero basado en evidencia circunstancial -que incluyó basura y un sándwich de salame- Notarbartolo fue condenado a 10 años de prisión. Al salir libre, Notarbartolo le contó a un periodista que en su banda estaban los mejores ladrones del mundo, cada uno especializado en algún área o técnica, desde un experto en sistemas de seguridad hasta un cerrajero apodado el rey que podía abrir cualquier cosa que se le colocara al frente.

3.- Joyería Harry Winston de París: Durante años, la prestigiosa joyería ha estado en boca de la opinión pública por diferentes motivos, como por ejemplo por poseer el llamado The Pink Graff, una extraña pieza de diamante de color rosa, considerado como uno de los más extraordinarios diamantes jamás descubiertos, siendo una de las piezas más valiosas del mundo, y que una vez colocada en un anillo fue subastada por un valor de 46 millones de dólares. Asimismo, Harry Winston Inc. es conocida mundialmente por ser una de las más destacadas joyerías y productoras de relojes de precisión. Lleva el nombre de su fundador, el joyero Harry Winston, y posee su sede principal en la ciudad de Nueva York. Por otra parte, es propiedad del grupo Harry Winston Diamond Corporation, el cual posee una importante participación en la explotación de la mina de diamantes Diavik, ubicada en el noroeste de Canadá. Es proveedora de personalidades, familias reales y estrellas del cine de todo el mundo, que han lucido sus piezas en las ocasiones más celebradas. Tiene ocho tiendas en EE UU, una en París, otra en Londres y varias más en China, Hong Kong, Japón y Taiwan.

Igualmente es conocida pero esta vez por un hecho que marcó para siempre el nombre de la joyería, vinculada por el robo de 80 millones de euros en el año 2008. Cuatro atracadores entraron en esta céntrica joyería parisina, a plena luz del día y con el establecimiento lleno de clientes. Siguen sin haber sido capturados. Simulando ser clientes interesados en adquirir alguna de las exclusivas joyas de la tienda, cuatro asaltantes, dos de ellos disfrazados de mujer. Había unas 15 personas en el establecimiento, entre empleados y clientes. El primer paso fue vaciar por completo el contenido de las vitrinas de exhibición de joyas, y luego obligaron a punta de pistola a todo el personal a saquear la zona correspondiente al depósito de la joyería, donde por supuesto se almacenaban las piezas más costosas. Los ladrones lograron llevarse todas las joyas y el dinero del lugar. Según las primeras pesquisas, los cuatro atracadores estaban bien entrenados y conocían a la perfección la tienda, incluso el nombre de alguno de los empleados y los lugares donde se guardan piezas que no están a la vista.


4.- El depósito de Seguridad Knightsbridge, en el Reino Unido: 77 millones de euros (111 millones de dólares) en el año 1987. El autor intelectual fue el abogado Valerio Viccei, nacido en Italia, de donde debió huir a raíz de estar perseguido por la policía después de haber sido encontrado culpable de llevar a cabo más de cincuenta robos a mano armada. Este hombre se auto-exilio en 1986 en Londres, donde continuaría su carrera de delincuente. Reunió a una pequeña banda y fijaron sus ojos en un objetivo suculento que, para la importancia del botín que albergaba, resultó no ser especialmente inexpugnable. Se trataba del Centro de Depósitos de Seguridad de Knightsbrigde. No se trataba de un banco al uso, sino más bien de un lugar dedicado a la custodia de valiosas posesiones; sus clientes eran gente adinerada de todo tipo, desde empresarios hasta aristócratas e incluso miembros de la realeza, pasando por estrellas de cine y figuras relevantes del crimen organizado. En sus numerosas cajas de seguridad se almacenaban grandes cantidades de dinero en metálico, así como un espectacular surtido de joyería y piedras preciosas. Viccei pensó que si conseguían dar un golpe exitoso en aquellos depósitos, podrían obtener un botín lo bastante cuantioso como para pensar en retirarse. Dicho y hecho, empezaron a preparar el asalto. El 12 de julio de 1987, Valerio Viccei, acompañado por un cómplice, entró en el depósito. Iba elegantemente ataviado, haciéndose pasar por un ricachón italiano -si tenía pinta de mafioso, no sería el primero en haberse convertido en cliente del depósito- y mostrándose interesado por contratar una caja de seguridad. El manager del Centro atendió servilmente a Viccei y su acompañante; los condujo al sótano de los depósitos para mostrarles las instalaciones y cómo era el segurísimo depósito que podría alquilar por un nada modesto precio. Luego de completar los formularios exigidos, y una vez que ingresaron en el área perteneciente a la bóveda del banco, los dos hombres esgrimieron sus armas y rafaguearon al gerente y a los guardias de seguridad. Después, abrieron la puerta de la calle para dejar entrar al resto de la banda, quienes llevaban herramientas para abrir los depósitos. Colocaron un cartel en la entrada que anunciaba, de manera discreta y formal, el cierre transitorio del Centro. Luego de la labor para extraer los bienes de las cajas fuertes de la bóveda, que se extendió por el lapso de una hora, los delincuentes abandonaron el edificio. El robo sólo fue descubierto cuando llegó al Centro el personal del siguiente turno. Inmediatamente la policía comenzó la investigación pertinente para dar con la identidad y el paradero de los ladrones, contando con la evidencia de una huella digital de Viccei. Al poco tiempo, los trabajos de inteligencia permitieron detener a los cómplices.
No obstante, la cabeza de la banda logró huir con parte del botín hacia LatAm, donde se mantuvo recluido por un escaso periodo. Su idea había sido escapar de la justicia, pero el querer recuperar su Ferrari Testarossa hizo que Viccei regresara a Inglaterra. Fue en aquel momento que la policía tuvo la oportunidad de capturarlo. Pese a que su botín daba más que suficiente como para comprar cualquier otro coche, Viccei se empeñó en que tenía que recuperar su Ferrari. Viajando de incógnito, se presentó en las islas con la intención de embarcar el automóvil hacia Sudamérica. Como era de esperar ante un robo de aquella magnitud, la policía seguía vigilando el entorno de Viccei en Inglaterra. No sería la primera vez que un delincuente huido cometía el error de hacer una llamada telefónica a un allegado que permitiera localizarlo en el extranjero, o algún otro desliz similar. Lo que quizá no esperaban era que Viccei fuese tan insensato como para volver a por su automóvil. Los polícías no se andaron con sutilezas: mientras Viccei conducía su amado Ferrari por una apartada carretera inglesa, un coche policial bloqueó el camino, obligándolo a frenar. Varios agentes se abalanzaron sobre el capó delantero, hicieron saltar en pedazos el parabrisas y sin contemplaciones sacaron al italiano, a pulso, a través de la ventana rota.
5.- El tren de Glasgow: 52 millones de euros (74 millones de dólares) en el año 1963. Un robo histórico. Reynolds viajó a Surrey para ofrecerle a Biggs que dirigiera el robo. Tenía todo planeado y había reclutado a tres ex presos para la banda: Buster Edwards, Jim White y Roger Cordrey.
Buscaron a los hombres que faltaban y le encargaron a Gordon Goody que encontrara un aguantadero. Los llevó a la granja Leatherslade, a pocos kilómetros del lugar donde darían el golpe.

Como el 5 de agosto fue feriado bancario, el día siguiente el vagón postal viajaba lleno de dinero. El 8 de agosto a las 0.10, los 15 hombres partieron de Leatherslade vestidos como soldados en dos camionetas y un camión. Una hora después, estaban sobre el puente Bridego, a 65 kilómetros de Londres. El tren fue puntual. A las 3.15 Roger Cordrey avisó por handy: "Ya viene. Buena suerte." Estaba sobre el semáforo ferroviario, a pocos kilómetros. Tapó la luz verde, y activó la roja con una batería portátil. El convoy clavó los frenos y se detuvo a cuatro metros de la señal. El fogonero bajó para ver qué pasaba: Tom Wisbey y Robert Welch lo maniataron. Charles Wilson subió a la locomotora y golpeó en la cabeza al maquinista. Y subieron al tren. En sólo 10 minutos, Buster Edwards y Roy James desengancharon la locomotora y el vagón del dinero, y obligaron al maquinista a manejar hasta el puente Bridego, donde los esperaba el camión. Pasaron las 120 bolsas y se fueron al escondite que era una granja. Cometieron un error grave: le dijeron al maquinista que no llamara a la policía sino hasta 30 minutos después, eso fue una pista que la policía uso para suponer que estaban a no menos de 30 min del lugar. Intentaron huir al ser descubiertos, pero sólo lo consiguieron Reynolds y Biggs quien, en julio de 1965, se escapó de la prisión de Wandsworth. Saltó desde uno de los muros hasta un camión de mudanzas sin techo que lo esperaba en la calle: una pila de colchones amortiguó el golpe.
Biggs se hizo una cirugía estética en París y viajó a Australia, donde vivió cinco años. En 1974 lo descubrieron en Río de Janeiro, pero no pudieron extraditarlo. Cuando cumplió 72 años, muy enfermo, se entregó en Londres.

6.- Banco Central de Fortaleza, en Brasil: 50 millones de euros (70 millones de dólares). Corría el año 2005 cuando diez hombres excavaron un túnel de 82 metros que llevaba directamente a la bóveda donde se guardaba el dinero del Banco Central de Brasil. Se detuvieron a 4 de ellos (los otros 6 siguen desaparecidos). Los ladrones consiguieron evadir o inhabilitar los sistemas de alarma internos y los sensores del banco; el robo no se descubrió hasta que el banco se abrió el lunes 8 de agosto por la mañana. Con tres meses de anterioridad la pandilla de ladrones había alquilado una casa vacía en el centro de la ciudad y después, desde allí, construyeron un túnel 78 metros bajo dos bloques que quedaban debajo del banco. La pandilla había renovado la casa y había puesto un letrero de una compañía jardinera que vendía hierba natural y artificial así como las plantas. Los vecinos que estimaban que la pandilla estaba integrada entre seis y diez hombres, han descrito cómo habían visto una furgoneta de carga con tierra (de el suelo que era quitado diariamente), pero entendieron que esto era una actividad normal del negocio. El túnel, era cuadrado de 70 centímetros, con 4 metros de profundidad, fue muy bien construido : fue alineado con madera y plástico y tenía sus propios sistemas de la iluminación y de aire acondicionado."Trabajaron por varios meses", dijo la policía, "la compañía de jardines trabajaba desde marzo. Tenían equipo sofisticado, incluyendo G.P.S. (sistemas de posicionamiento global) y expertos en matemáticas, ingeniería y excavación." El policía localizó un carro con una insignia de Grama Sintética (césped sintético) encontrada en la casa alquilada. Un cortador de pernos, un soplete de soldar, una sierra eléctrica y otras herramientas fueron usadas para penetrar la barrera de hormigón. Los ladrones cubrieron la casa con polvo blanco para hacer la recopilación de huellas digitales más difícil.

7.- Joyería en New Bond Street, en Londres: 46 millones de euros (unos 66 millones de dólares) en el año 2009 y uno de los más recientes. Dos ladrones armados entraron impunemente, a la luz del día, a esta lujosa joyería del centro de Londres. Los delincuentes -ataviados con traje gris, camisa blanca y corbata-, efectuaron un disparo al suelo al huir de la joyería con 43 artículos de lujo, aunque nadie resultó herido, y se dieron a la fuga en varios automóviles de forma sucesiva, pues primero subieron a un BMW que cambiaron después por un Mercedes plateado. Los ladrones todavía usaron un tercer vehículo, posiblemente un Ford Galaxy negro o un Volkswagen Sharan, antes de que se perdiera su rastro en las calles de Londres. "Esto fue un robo bien planeado con el uso de varios vehículos para ayudar a escapar a los ladrones", dijo la detective jefe de la Brigada Móvil de Scotland Yard, Pam Mace. Subrayó que "estos hombres son muy peligrosos y dispararon al menos dos veces en las concurridas calles de Londres durante su huida".

8.- Northern Bank, en Irlanda del Norte: 42 millones de euros (60 millones de dólares)Año 2004. Secuestraron al director, a uno de los empleados y a sus familias en sus respectivas casas particulares, luego los obligaron a llevarlos al banco mientras mantenían secuestradas a sus familias en su hogar. Fueron acusados 3 miembros del IRA (Ejército Republicano Irlandés) , y condenados por ello. “Se trata de una operación bien organizada, con una precisión militar, implicando probablemente a unas 20 personas”, indicó Lowry. Además, esa organización tiene la capacidad de “administrar una suma de 20 ó 30 millones de libras esterlinas”, subrayó el experto. Pero, sin pruebas formales de esas sospechas, las autoridades permanecen cautelosas.
Los ladrones irrumpieron el domingo por la noche en las casas de dos ejecutivos de la sucursal que tenían llaves de la caja fuerte del banco, y tomaron como rehenes a sus familiares, ordenando a los responsables acudir a su trabajo el lunes por la mañana como si nada hubiera ocurrido.
Tras el cierre de la entidad, los ladrones vaciaron la caja fuerte, que contenía una gran cantidad de dinero, debido a los ingresos efectuados durante esta época navideña por los establecimientos comerciales de la ciudad, explicó la Policía.
9- Banco Dar Es Salaam de Bagdad: fecha del robo, 11 de julio de 2007 monto de 282 millones de dólares, que jamás pudieron ser recuperados. Como era habitual a primera hora de una mañana como tantas, los empleados del Banco de Bagdad llegaron al edificio del establecimiento con el fin de cumplir con la jornada laboral. Al ingresar los empleados se encontraron las puertas del banco abiertas al igual que la bóveda, y todo el dinero había desaparecido.

Las investigaciones realizadas en torno al atraco mantuvieron siempre la hipótesis que señalaba que tres guardias de seguridad que trabajaban en la empresa fueron los responsables del robo, aunque las evidencias recaudadas jamás pudieron demostrarlo. Por otra parte, las sospechan apuntaban a creer que contaron con la colaboración de la policía, que le permitió evadir los controles de seguridad alrededor de Bagdad.

10- United California Bank, EUA: robo de 30 millones de dólares. El hecho ocurrió precisamente el 24 de marzo de 1972, cuando una banda de delincuentes, compuesta por siete hombres liderados por Amil Dinsio, vaciaron las cajas de seguridad de la bóveda del United California Bank, ubicado en la localidad de Laguna Niguel, en California. Entre los delincuentes se encontraban James Dinsio, Harry Barber, Ronald Barber, Phil Christopher, Charles Mulligan, y Charles Brockles, todos ellos provenientes de la ciudad de Youngstown, Ohio. Si bien el robo en California se llevó a cabo con una gran perfección, lo cierto es que los delincuentes realizaron pocos meses más tarde un delito similar, con el mismo modus operandi, en Ohio. Esto hizo que el FBI en sus investigaciones vinculara ambos atracos, y los resultados del análisis les indicó que se trataba de la misma banda en los dos delitos. Por otra parte, en la investigación lograron dar con una vivienda que había sido alquilada por uno de los miembros de la banda, y que era utilizada como cuartel general. Por un simple descuido, en el que los ladrones olvidaron borrar sus huellas digitales de la vajilla que utilizaban en el cuartel, el FBI pudo comprobar las identidades y comenzar con los arrestos.