Tesoros encontrados accidentalmente

Algunas obras de valía de millones de dólares han sido encontrados en lugares menos esperados, en los que nunca alguien pensaría que hubiera tesoros artísticos que relevancia muchas veces mundial, a continuación las que han dado de que hablar a la opinión pública:


1.- En la granja: En 1820, un campesino griego llamado Yorgos se encontraba cavando en su campo en la isla de Milos, cuando salieron a la luz varios bloques de piedra tallada. El excavó mas profundamente y encontró cuatro estatuas más (tres de Hermes y una de Afrodita, la diosa del amor). Semienterrada, en dos pedazos, halla la estatua de Afrodita; cerca de allí halla un fragmento de un antebrazo y la mano con una manzana, y los restos son considerados parte de sus brazos. El derecho se piensa que sostenía la túnica justo a nivel de la cadera izquierda en un intento de impedir que la túnica se resbalara, mientras el izquierdo protegía la manzana del Juicio de Paris, fruta que el troyano Paris hubo de ofrecer a la mismísima Afrodita en testimonio de su decisión en el mítico juicio de bellezas al que fue sometido. Yorgos deja una mitad de la Venus en el mismo lugar donde la había encontrado por no poder desenterrarla, pues su peso es de al menos 900 kilos, y la otra mitad la llevó al establo.Ofrece, en primer lugar, la venta de la estatua a un clérigo ortodoxo.
En aquellos momentos se estaba librando la última etapa de la Guerra de Independencia de Grecia del imperio otomano, y el clérigo griego contactó, para eludir a las autoridades turcas, con un oficial naval francés Jules Dumont D'Urville, quien enseguida reconoció el valor de la estatua. Tres semanas después, la expedición arqueológica Choiseul llegó por barco, comprando la estatua de Afrodita y llevándosela a Francia. Luís XVIII le dio el nombre de Venus de Milo y la presentó en el Louvre, donde se convirtió en una de las más famosas obras de arte de la historia. Esta es la versión oficial, aunque algunos historiadores apuntan a que la estatua salió de la isla por la fuerza, perdiendo los dos brazos al golpearse contra las rocas; sin embargo, también se sostiene que los turcos atacaron la embarcación y en la pelea la estatua perdió los brazos. La estatua es reparada y la presenta el Rey Luis XVIII en 1821,y la entregó al Museo del Louvre, donde se muestra a la admiración pública.


2.- En un agujero en la tierra: En 1978 más de 500 películas que comprendían desde 1903 hasta 1929 fueron encontradas en un agujero en la tierra en una excavación. En circunstancias normales las películas de nitrato de 35 mm se hubiesen deteriorado, pero la capa permanente de hilo del suelo las mantuvo en perfectas condiciones.











3.- En una pared: Una pareja de mediana edad, en Milwaukee, Wisconsin, pidió a un tasador de arte valorar una pintura que ellos tenían colgada en la pared. Mientras estaba allí, el tasador examinó otra pintura que la pareja creía como una reproducción de un trabajo de Van Gogh, resultando ser un original de 1886. El 10 de marzo de 1991, el cuadro Naturaleza muerta con flores se vende en subasta por US $ 1,4 millones (EE.UU.).

4.- En un baúl en un ático: En 1961, Barbara Testa, una bibliotecaria de Hollywood, había heredado seis baúles de su abuelo James Fraser Gluck, un abogado de Búfalo, Nueva York, que había muerto en 1895. Durante los 30 años posteriores ella depuró gradualmente el contenido de los baúles, hasta que un día de otoño de 1990 encontró 665 páginas que resultaron ser el manuscrito original de la primera mitad de la novela de Mark Twain, Huckleberry Finn. Finalmente, las dos mitades de la gran novela norteamericana fueron juntadas en la Biblioteca Pública de l condado de Eerie, en Búfalo.



5.- En un mercado de pulgas: Un analista financiero de Filadelfia fue a explorar en un mercado de pulgas en Adamstown, Pensilvania, cuando se sintió atraído por una imagen en un marco de madera. Pagó US$ 4 por él. De vuelta en su casa sacó el viejo y desgarrado marco de la pintura y encontró un documento doblado entre la tela y el soporte de madera. Resultó ser una copia de 1776 de la Declaración de la Independencia - uno de los 24 que se sabe que siguen existiendo. El 13 de junio de 1991, se vendió en subasta por US$ 2.4 millones (EE.UU.) A Michael Sparks le sucedió algo muy parecido, cuando compró en una tienda en Nashville un candelabro, un set de salero y pimentero y una impresión amarillenta de la Declaración de Independencia. Sparks pensó que el documento era una copia moderna y barata y pagó los 2.48 dólares que le pidieron por él y se lo llevó a casa.

Luego de observar el documento por un par de días, se preguntó si este no era un poco más antiguo de lo que pensaba. Así que hizo un poco de investigación en el Internet y se dio con la sorpresa de que su copia era una de las 200 oficiales que John Quincy Adams solicitó en 1820. De esas 200, solo 35 han sido descubiertas intactas. Él tiene la número 36. Después de un año en el que autentificaron el papel y lo preservaron, lo puso en subasta. Recibió por la Declaración de Independencia 477, 650 dólares.



6.- Disfrazado como soporte para bicicletas: Por años, los empleados del museo God’s House Tower Archaeology Museum in Southampton, Inglaterra, apoyaron sus bicicletas contra una roca negra de 27 pulgadas en el sótano. En 2000, dos egiptólogos que investigaban las tenencias de los museos, identificaron el soporte de la bicicleta como una estatua egipcia del siglo VII A.C. que retrataba al rey Taharqa, un monarca de Kushite, de la región que es hoy Sudán. Karen Wordley, la encargada de colecciones arqueológicas del Ayuntamiento de Southampton , dijo que era un “misterio” cómo la escultura terminó en el sótano del museo.




8- El martillo de la suerte: Cerca de Hoxne en Suffolk, Inglaterra, el noviembre de 1992, un granjero perdió un martillo en uno de sus campos. Así que le pidió a Eric Lawes, un conocido, que use su detector de metales para buscar el martillo. Apenas comenzó la inspección, el aparato le permitió recuperar dos monedas de oro que estaban casi en la superficie. Bastó excavar treinta centímetros y salió a la luz una montaña de otras monedas preciosas. Lawes y Watling, que acordaron repartirse el botín, llamaron a los arqueólogos del condado, que dijeron que es muy posible que el tesoro haya sido enterrado por una familia rica durante el V siglo después de Cristo, cuando, en un clima de extrema inestabilidad, el imperio romano en crisis se retiraba de Gran Bretaña, donde se sucedían las invasiones de tribus anglo-sajonas. La moneda más reciente es del 408 d. JC.
Las riquezas sepultadas estaban en una caja de madera que está podrida. En algunos adornos está grabado el nombre de los probables propietarios: Aurelios Ursinicius y una cierta Iuliana.

La ley inglesa considera que ese tesoro arqueológico le pertenece al país. Sin embargo, el gobierno está obligado a pagarle a los descubridores el valor en el mercado de lo descubierto, que fue casi de dos millones de libras. Ambos se repartieron el botín que equivaldría a un millón de dólares, pero el martillo nunca fue descubierto.

9- La mina pública: En Arkansas (Estados Unidos), W. O. Bassum encontró una piedra preciosa gigante en 1924: un diamante de 40 quilates, en un lugar que hoy se conoce como el parque estatal Cráter de diamantes. Está ubicado en la cima de una "pipa" volcánica, (una formación geológica que parece un tubo). Este parque es el único en el mundo en su tipo, con su política de: "Tú lo encuentras. Tú te lo quedas. No importa el valor que tenga". Desde 1950, el Cráter de Diamantes se convirtió en una atracción turística. En 1956 , un visitante de la zona encontró la estrella de Arkansas diamante , que pesa 15,33 quilates. Debido a la rareza de los diamantes en los Estados Unidos, este diamante se ha asociado con el estado de Arkansas y está presente en la bandera del estado. Bassum encontró el diamante más grande de Norteamérica que luego fue cortado hasta alcanzar 12.42 quilates y fue vendido por 150 mil dólares en 1971 (unos 800 mil dólares hoy en día). El parque dice que se encuentran 2 diamantes al día.

10- Mayor tesoro anglosajon: Compuesto de más de 1.500 piezas de oro y plata, que estaba enterrado bajo un campo en el condado de Staffordshire, Inglaterra, es lo que fue encontrado por Terry Herbert, de 55 años y desempleado, encontró el tesoro en propiedad de un amigo agricultor.

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